Atea se convierte a Cristo al ver cristianos alabando a Dios mientras son torturados

Una mujer coreana aceptó a Cristo al ver la determinación de la fe de los cristianos aunque fueran asesinados.

Atea se convierte a Cristo al ver cristianos alabando a Dios mientras son torturados.
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Ponto K. Lee, es la sobreviviente de las múltiples tragedias que han vivido los cristianos  en Corea del Norte, pues ella misma sufrió estas condiciones sin ser cristiana.

Lee se le acusó de no proporcionar los materiales necesarios a uno de sus superiores en la empresa donde trabajaba y por eso fue enviada a la cárcel.

Su tortura consistía en colocarla en un horno a altas temperaturas y luego estar al aire libre en pleno invierno.

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Muchas veces fue latigada por los oficiales estando amarrada en una silla.

“Peor que el dolor de la tortura era estar completamente desnudo delante de todos aquellos hombres”, relata.

¿Dios era real en ese tipo situaciones?

Lee quien creció como atea, comenzó a preguntarse si la existencia de Dios era real en estos tipos de casos.

“Una vez al mes, los creyentes eran colocados en el patio frente a todos los prisioneros y forzados a negar su fe. Como no negaban la fe, recibían las tareas más difíciles, como limpiar los baños y quitar los excrementos humanos”, dice.

Sus mismos compañeros le mostraron lo real que es el amor de Dios a través de acciones, pues siendo inocentes pagaron por otros.

La buena conducta de Lee le otorgó su libertad, y mientras dejaba el lugar, pudo ver como los que se quedaban le imploraban con la mirada que lo que había visto allí no fuese silenciado.

Huyó del país con su hijo hacia Corea del Sur donde le hablaron del evangelio y le obsequiaron una Biblia, la cual nunca había visto antes.

En la lectura de la palabra buscando una vida mejor, ella se convirtió a Cristo y su hijo también.

“Yo fui curada con el amor de Dios y con su comodidad, ya no tengo sueños terribles, yo estoy libre”, expresa alegremente.

“Hoy todas las cosas que yo esperaba y soñé se hicieron realidad, es realmente un milagro”, finaliza.

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