La consagración de las vírgenes es una acto de la iglesia católica, con mujeres que llevan por lo general, una vida como cualquier otra, estudian, trabajan, viven en grandes ciudades y son económicamente independientes. Al menos 4.000 mujeres en el mundo han practicado este acto y alegan ser las esposas de Cristo, siendo Los países donde los niveles de consagración más altos, Francia e Italia.
La última historia que se registró de esto fue lo que parecía ser una boda, un cura prepara una ceremonia y aparece una mujer, cuyo nombre es Jessica Hayes, vestida de novia, con su respectivo vestido blanco y un velo sobre su cabeza que entró para «casarse con Jesucristo».
Hayes, es una maestra de escuela, tiene amigos, vecinos, ayuda a las personas, con la diferencia que escogió la vocación de ser consagrada, uniéndose a otras 4.000 mujeres en el mundo que hicieron lo mismo.
Se denomina una virgen consagrada, Jessica tiene 41 años y aunque no es monja adoptó este titulo como «símbolo de castidad», prometiendo no tener relaciones sexuales o amorosas en su vida, de las cuales hasta entonces tampoco ha tenido.
«Simplemente, en el silencio de la oración, se me hizo muy claro que el Señor me estaba pidiendo que viviera en una relación conyugal con él«, Aseguró. «Antes de mi consagración»me di cuenta de que no compartía el llamado a una vida comunitaria tal y como la que se hace en una congregación religiosa, no tenía afinidad con ningún apostolado específico ni quería llevar la rutina de las monjas en un convento«.
Jessica Hayes es la numero 254 entre «las novias de Cristo» en Estados Unidos, datos que aportó la Asociación Estadounidense de Vírgenes Consagradas (USACV). La Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica asume que decenas de mujeres siguen uniéndose a esta vocación.