La palabra "velarte" designaba un tipo de tejido específico, más que un simple color. Se trataba de un paño enfurtido y lustroso, generalmente de color negro, utilizado para confeccionar prendas exteriores de abrigo como capas y sayos. Su peculiaridad residía en el acabado que le confería ese brillo característico.
El término "velarte" proviene del verbo "velar", que en este contexto significa cubrir o proteger. Esto nos da una pista sobre su función principal: resguardar del frío y las inclemencias del tiempo. El proceso de enfurtido, que consistía en someter el paño a un tratamiento especial con vapor y presión, le otorgaba esa textura lisa y brillante, además de hacerlo más resistente e impermeable.
El uso del velarte se remonta a la Edad Media y el Renacimiento, épocas en las que era un tejido apreciado por su elegancia y funcionalidad. Aunque generalmente de color negro, también podía encontrarse en otros tonos oscuros como el azul marino o el marrón.
La popularidad del velarte disminuyó con el paso del tiempo y la aparición de nuevos tejidos. Hoy en día, la palabra es poco común y su significado preciso puede ser desconocido para muchos. Sin embargo, su historia nos ofrece una ventana a las costumbres y la tecnología textil de épocas pasadas.
...un sayo de velarte negro, bien compuesto y cerrado...- Ejemplo del uso de la palabra en un texto antiguo.
En resumen, el velarte era más que un simple paño negro. Era un tejido con características específicas, fruto de un proceso de fabricación particular, que desempeñó un papel importante en la vestimenta de épocas pasadas.