La palabra "obvio, via" proviene del latín obvius, un adjetivo que se compone de ob (delante, contra) y via (camino, vía). Literalmente significa "que se encuentra en el camino" o "que se pone delante de los ojos". A partir de esta idea central, se desprenden sus dos acepciones principales en español.
El error era obvio, via, estaba justo delante de nosotros. Aunque este uso es menos frecuente en la actualidad, se puede encontrar en textos antiguos o en un lenguaje más poético o figurado. Imaginemos, por ejemplo, la descripción de un paisaje:
El camino, obvio, via, se extendía ante sus pies. En este caso, se enfatiza la claridad y visibilidad del camino.
Es obvio, via, que si llueve te vas a mojar. En este sentido, "obvio, via" funciona como un sinónimo de "evidente", "claro", "manifiesto", "palmario", etc. A menudo, se utiliza con un tono coloquial o incluso irónico, para enfatizar la simplicidad o trivialidad de algo.
El uso de "obvio, via" ha evolucionado a lo largo del tiempo. Mientras que el primer significado, más literal, era más común en épocas pasadas, el segundo, relacionado con la claridad y la facilidad, ha predominado en el español moderno. Esta evolución semántica refleja un cambio en la forma en que se utiliza el lenguaje, priorizando la concisión y la inmediatez comunicativa.
¡Obvio, via! ¿Cómo no lo ibas a saber?
Ejemplo de uso arcaico: "Y la verdad, obvia, via, se presentó ante sus ojos, revelando el misterio que tanto le había atormentado."