La palabra "implícito, ta" proviene del latín implicitus, participio pasado del verbo implicare, que significa "envolver", "entrelazar" o "abarcar". Su significado fundamental reside en la idea de algo que está contenido o incluido dentro de otra cosa, aunque no se exprese de manera directa o explícita.
El origen latino de la palabra nos da una pista sobre su significado. Implicare evoca la imagen de algo que está entretejido o envuelto dentro de otra cosa, de manera que resulta inseparable de ella. Esta idea de "estar dentro" sin ser visible o manifiesto es la esencia del concepto de implícito. A lo largo de la historia, el término ha mantenido esta connotación, extendiéndose a diversos ámbitos del conocimiento, desde la lógica y la matemática hasta el lenguaje y la comunicación interpersonal.
El adjetivo "implícito" se utiliza en una variedad de contextos, algunos de los cuales se detallan a continuación:
función implícita, donde la relación entre las variables no se da de forma explícita (y=f(x)), sino mediante una ecuación que las relaciona de forma indirecta (F(x, y)=0).
Hace frío aquí, puede estar implícitamente pidiendo que se cierre la ventana.
Es fundamental entender la diferencia entre "implícito" y "explícito". Mientras que lo implícito se infiere, se deduce o se sobreentiende, lo explícito se expresa de forma clara, directa y sin ambigüedad. Esta distinción es crucial para la correcta interpretación de mensajes, textos y situaciones en diversos ámbitos.
En resumen, "implícito, ta" se refiere a algo que está presente, contenido o incluido dentro de otra cosa, aunque no se exprese de manera directa o explícita. Su comprensión requiere la capacidad de inferir, deducir y leer entre líneas, considerando el contexto y las circunstancias que lo rodean.