La palabra "extático, ca" se utiliza para describir a alguien que se encuentra en un estado de éxtasis, o que lo experimenta con frecuencia o habitualmente. Su origen se encuentra en el griego ekstatikós, derivado de ekstasis, que significa literalmente "estar fuera de sí". Esta etimología nos da una pista fundamental para comprender el significado profundo de la palabra: el éxtasis implica una trascendencia, una salida del estado de conciencia ordinaria.
El éxtasis se ha asociado a lo largo de la historia con experiencias religiosas y místicas. En la antigua Grecia, se relacionaba con la posesión divina, un estado en el que el individuo se consideraba inspirado por un dios o una musa. Platón, por ejemplo, describía el éxtasis como un estado de furor divino
que permitía a los poetas y profetas acceder a conocimientos superiores.
En el contexto religioso, el éxtasis se entiende como una experiencia de unión con lo divino, un estado de intensa comunión espiritual que trasciende la realidad material. Diversas tradiciones místicas, desde el cristianismo al sufismo, han descrito este fenómeno como una forma de alcanzar la iluminación o la gracia divina.
Aunque el significado principal de "extático, ca" se relaciona con la experiencia religiosa y mística, la palabra también se utiliza en un sentido más amplio para describir estados de intensa emoción y alegría, incluso en contextos no religiosos.
Es importante destacar que, aunque ambos usos comparten la idea de una experiencia intensa y transformadora, el contexto es crucial para determinar el significado preciso de la palabra. Mientras que en el ámbito religioso el éxtasis se asocia con la espiritualidad, en el contexto secular se centra en la emoción intensa.
En resumen, "extático, ca" describe un estado de trascendencia, ya sea religiosa, emocional o incluso artística, que lleva al individuo fuera de su estado de conciencia habitual y le permite experimentar una realidad más intensa y significativa.