La palabra "estallar" posee una rica gama de significados que van más allá de la simple idea de romperse o reventar. Su origen etimológico nos remonta a la forma antigua "*astellar", que significa "hacerse astillas". Este origen nos da una pista sobre la naturaleza violenta y repentina que caracteriza las acciones descritas por este verbo.
Estalló la Primera Guerra Mundial en 1914es un ejemplo de este uso. En este contexto, "estallar" transmite la idea de una irrupción brusca e inesperada que altera el orden establecido.
Estalló en risaso
Estalló en cólerason ejemplos comunes. En este caso, el verbo describe una exteriorización intensa y abrupta de sentimientos, como si la persona fuera incapaz de contenerlos.
A lo largo de la historia, la palabra "estallar" se ha utilizado en diversos contextos, desde la descripción de fenómenos naturales como erupciones volcánicas hasta eventos sociales como revoluciones. Su uso en la literatura y el periodismo ha contribuido a consolidar sus diferentes acepciones. Por ejemplo, en la Crónica del Perú de Pedro Cieza de León, se utiliza "estallar" para describir la violencia de las conquistas. En la literatura contemporánea, autores como Gabriel García Márquez emplean el verbo para describir la intensidad de las emociones en sus personajes.
En resumen, "estallar" es un verbo polivalente que abarca desde la descripción de fenómenos físicos hasta la expresión de emociones. Su riqueza semántica radica en su capacidad para transmitir la idea de una irrupción violenta y repentina, ya sea en el mundo físico o en el ámbito de las emociones humanas.