El pronombre "ellos, llas" representa la forma plural de la tercera persona en español, abarcando tanto el género masculino ("ellos") como el femenino ("ellas"). Su función principal es referirse a personas o entidades que no participan directamente en la conversación, es decir, que no son ni el hablante ni el oyente.
La forma "ellos" proviene del latín "illos", acusativo plural de "ille" (aquel). A lo largo de la evolución del castellano, la forma "illos" se transformó fonéticamente hasta llegar a la forma actual "ellos".
La forma "ellas", por otro lado, surge de la combinación de "ellos" con la marca de género femenino "-as", un proceso común en la formación del género femenino en español. Si bien su uso es ampliamente aceptado y promovido por la Real Academia Española para fomentar un lenguaje inclusivo, su adopción ha sido más reciente en comparación con "ellos".
Históricamente, el uso del masculino genérico ("ellos") para referirse a grupos mixtos ha sido la norma en español. Sin embargo, la creciente conciencia sobre la importancia del lenguaje inclusivo ha generado un debate sobre la necesidad de formas que representen a todos los géneros. "Ellos, llas" se presenta como una solución dentro de las normas gramaticales del español, aunque su uso todavía está en proceso de consolidación y genera diferentes opiniones.
El uso de «ellos» como pronombre masculino de tercera persona del plural, referido a personas de uno u otro sexo, es un empleo genérico, perfectamente válido, que está presente en la lengua desde hace siglos y que se recoge en la gramática normativa. Sin embargo, la RAE es también sensible a los cambios sociales que puedan producirse en la lengua y no es ajena a las inquietudes que en los últimos años, y con especial intensidad en los últimos meses, han mostrado algunos sectores de la sociedad, fundamentalmente en el ámbito hispánico americano, ante el empleo genérico del masculino.- Real Academia Española
En definitiva, "ellos, llas" es un pronombre en constante evolución, reflejando los cambios sociales y la búsqueda de un lenguaje más inclusivo. Su uso, aunque no exento de debate, se presenta como una alternativa viable para representar la pluralidad de géneros en el español actual.