La palabra "cogitativo, va" es un adjetivo que se refiere a aquello que tiene la facultad de pensar o que está relacionado con el pensamiento. Derivada del verbo "cogitar", que significa pensar con atención y profundidad, implica una actividad mental reflexiva y deliberada, más allá de la simple percepción o reacción a estímulos.
Su origen se encuentra en el latín cogitativus, derivado a su vez del verbo cogito, cogitare, cogitavi, cogitatum, que significa "pensar", "reflexionar", "meditar". Este verbo latino se compone del prefijo co- (con, junto) y el verbo agitare (agitar, mover). Por lo tanto, etimológicamente, "cogitar" implica un "mover cosas juntas" en la mente, una actividad mental que relaciona ideas y conceptos.
El uso de "cogitativo, va" ha evolucionado a lo largo del tiempo. En contextos históricos, especialmente en la filosofía escolástica medieval, se utilizaba para referirse a una facultad del alma, una potencia intelectual específica dedicada a la formación de imágenes mentales a partir de los datos sensoriales. Esta facultad, la vis cogitativa, se situaba entre la percepción sensorial y el intelecto, permitiendo la elaboración de representaciones mentales que luego podían ser objeto de la razón. Por ejemplo, la capacidad de imaginar un unicornio, aunque nunca se haya visto uno, sería una función de la facultad cogitativa.
En la actualidad, el uso de "cogitativo, va" es menos frecuente y más amplio. Ya no se restringe a la terminología filosófica escolástica, sino que se emplea en un sentido más general para describir a alguien o algo que piensa o reflexiona.
Algunos sinónimos y términos relacionados con "cogitativo, va" incluyen:
En resumen, "cogitativo, va" es una palabra rica en matices que denota la capacidad de pensar, reflexionar y meditar. Su origen en la filosofía escolástica le otorga una profundidad histórica que enriquece su significado actual, aunque hoy en día se utilice en un contexto más amplio y menos técnico.