La palabra "cegarra", tal como lo indica el diccionario, proviene de "ciego" y se utiliza coloquialmente como sinónimo de "cegato". Esto nos da una idea general, pero podemos profundizar mucho más en su significado, contexto y matices.
El origen de "cegarra" se encuentra en la raíz latina "caecus", que significa "ciego". A partir de esta raíz, se formaron diversas palabras en castellano relacionadas con la falta de visión, como "ciego", "ceguera" y, por supuesto, "cegarra". La terminación "-arra" es un sufijo despectivo o aumentativo, que en este caso aporta un matiz de intensidad o incluso burla a la condición de ceguera parcial.
Aunque "cegarra" y "cegato" se consideran sinónimos, "cegarra" posee una connotación más informal e incluso, en ciertos contextos, puede resultar ofensivo. Su uso, por lo tanto, debe ser cuidadoso. Describe a una persona con visión deficiente, pero no completamente ciega. Se refiere a alguien que ve con dificultad, que tiene la vista nublada o que no distingue bien los objetos.
En épocas pasadas, la falta de recursos médicos y el desconocimiento sobre las enfermedades oculares hacían que la ceguera y la visión deficiente fueran mucho más comunes. Esto contribuyó a la creación de un vocabulario más amplio para describir diferentes grados de deficiencia visual, entre ellos "cegarra".
Mi abuela se ha vuelto un poco cegarra con la edad.
Con estas gafas nuevas ya no me siento tan cegarra.
En resumen, "cegarra" es un término coloquial derivado de "ciego" que se utiliza para describir a una persona con visión deficiente. Si bien se considera sinónimo de "cegato", conlleva un matiz más informal e incluso despectivo, por lo que su uso debe ser considerado con cuidado y sensibilidad.