Sentimiento de desarraigo y extrañamiento respecto de la propia sociedad y cultura. Implica un sentimiento de falta de sentido respecto de los valores y de las normas, y de impotencia respecto de los roles.
El individuo se siente aislado y frustrado e incapaz de controlar su propio destino y de lograr, mediante sus acciones, algún efecto significativo en los acontecimientos del mundo. Esto contribuye al extrañamiento del individuo en relación con su cultura y con las interrelaciones en su sociedad. (Ver aislamiento).