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adoración Que es, Concepto y Definicion




adoración - Diccionario Español

Acción de adorar.

Adoración - Diccionario Perspicacia

Acción de rendir honor reverente u homenaje. La adoración verdadera al Creador abarca todo aspecto de la vida humana, como reconoció el apóstol Pablo al escribir a los corintios: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios”. (1 Corintios 10:31) «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios». 

Cuando Jehová Dios creó a Adán, no prescribió ninguna ceremonia específica ni ningún medio para adorarle. Adán podía servir o adorar a su Creador haciendo fielmente la voluntad de su Padre celestial. Más adelante, Jehová delineó para los israelitas un modo específico de acercarse a Él en adoración, con sus sacrificios, sacerdocio y santuario tangible. (Véase ACERCARSE A DIOS.) Sin embargo, esto solo era “una sombra de las buenas cosas por venir, pero no la sustancia misma de las cosas”. (Hebreos 10:1) «Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan». Lo más importante siempre ha sido ejercer fe y hacer la voluntad de Jehová Dios, no las ceremonias o los rituales. (Mateo 7:21) «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos»; (Santiago 2:17-26).

El profeta Miqueas dijo al respecto: “¿Con qué me presentaré a Jehová? ¿Con qué me inclinaré ante Dios en lo alto? ¿Me presentaré con holocaustos, con becerros de un año de edad? ¿Se complacerá Jehová con miles de carneros, con decenas de miles de torrentes de aceite? ¿Daré mi hijo primogénito por mi sublevación, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma? Él te ha dicho, oh hombre terrestre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?”. (Miqueas 6:6-8)

Términos hebreos y griegos. La mayoría de las palabras hebreas y griegas que significan adoración también pueden aplicarse a otros actos que no están relacionados con la adoración. El contexto es lo que determina su sentido.

Una de las palabras hebreas que transmite la idea de adoración (`a·vádh) básicamente significa “servir”. (Génesis 14:4)  «Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron». El servir o adorar a Jehová requería obediencia a todos Sus mandamientos, estar dedicado exclusivamente a Él y hacer su voluntad. (Éxodo 19:5) «Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra»; (Deuteronomio 30:15-20); (Job 24:14, 15) Por lo tanto, la participación de una persona en un ritual o acto de devoción hacia cualquier otro dios significaba que abandonaba la adoración verdadera. (Deuteronomio 11:13-17); (Jueces 3:6, 7)

Otro término hebreo que puede traducirse como adoración es hisch·ta·jawáh, que significa principalmente “inclinarse” (Génesis 18:2) «Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra». o “rendir homenaje”. (Véase HOMENAJE.) Aunque en ocasiones el inclinarse solo era una señal de respeto o cortesía hacia otra persona (Génesis 33:1-6), también podía ser una expresión de adoración, una muestra de reverencia y gratitud a Dios y sumisión a Su voluntad. Cuando se utiliza con referencia al Dios verdadero o a las deidades falsas, la palabra hisch·ta·jawáh a veces se relaciona con sacrificio y oración (Génesis 22:5-7), indicando con ello que cuando se oraba o se ofrecían sacrificios era común inclinarse. (Véase ORACIÓN.)

El significado básico de la raíz hebrea sa·ghádh (Isaías 44:15, 17, 19) es “postrarse”. Aunque la palabra aramea equivalente por lo general se relaciona con la adoración (Daniel 3:5-7), en (Daniel 2:46) «Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso». Se utiliza con referencia al homenaje que el rey Nabucodonosor le rindió a Daniel, postrándose delante de él.

Tanto el verbo griego la·tréu·o (Lucas 1:74) «Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos» como el sustantivo la·tréi·a (Juan 16:2) «Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios». transmiten la idea de rendir, no cualquier clase de servicio común o mundano, sino un servicio sagrado.

La palabra griega pro·sky·né·o corresponde al término hebreo hisch·ta·jawáh al expresar la idea de homenaje y, a veces, adoración. El término pro·sky·né·o se utiliza para referirse a un esclavo que rinde homenaje a un rey (Mateo 18:26) «Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo», así como para el acto que Satanás le exigió a Jesús cuando le ofreció todos los reinos del mundo y su gloria. (Mateo 4:8, 9) Si Jesús hubiera rendido homenaje al Diablo, habría indicado que se sometía a él y se hacía su siervo. Pero Jesús rehusó, diciendo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar [una forma de la palabra griega pro·sky·né·o, o de la hebrea hisch·ta·jawáh según Deuteronomio, de donde Jesús estaba citando], y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado [una forma de la palabra griega la·tréu·o o de la hebrea `a·vádh]’”. (Deuteronomio 5:9) «No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen». De manera similar, adorar, rendir homenaje o inclinarse ante la “bestia salvaje” y su “imagen”, implica servicio, pues los adoradores se identifican como apoyadores de la “bestia salvaje” y su “imagen” al tener una marca sobre la mano (de la que la persona se vale para servir) o sobre la frente (a la vista de todos). Como el Diablo le da a la bestia salvaje su autoridad, adorarla significa, en realidad, adorar o servir al Diablo. (Apocalipsis 14:9-11)

Otras palabras griegas relacionadas con la adoración se derivan de eu·se·bé·o, thre·skéu·o y sé·bo·mai. La palabra eu·se·bé·o significa “dar devoción piadosa a” o “venerar; reverenciar”. (Véase DEVOCIÓN PIADOSA.) En (Hechos 17:23) «porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio». Se utiliza para referirse a la devoción piadosa o veneración que los hombres de Atenas rendían a un “Dios Desconocido”. De thre·skéu·o viene el nombre thre·skéi·a, que denota una “forma de adoración”, sea verdadera o falsa. (Colosenses 2:18) «Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal». La adoración verdadera que los cristianos practicaban se distinguía por su interés genuino en los pobres y por una completa separación del mundo impío. (Santiago 1:26, 27) La palabra sé·bo·mai (Hechos 18:7) y el término relacionado se·bá·zo·mai (Ro 1:25) significan “reverenciar; venerar; adorar”. Los objetos de adoración o devoción se designan con el nombre sé·ba·sma. (Hechos 17:23) «porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio». Hay otros dos términos que vienen de la misma raíz verbal, pero con el prefijo The·ós, Dios, y son: the·o·se·bes, que significa “el que reverencia a Dios” (Juan 9:31) «Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye», y the·o·sé·bei·a, “reverencia a Dios”. (1 Timoteo 2:10) «sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad». Estos dos términos corresponden en cierto modo a la palabra alemana para “adoración pública”, a saber: Gottesdienst (sustantivo que combina “de Dios” y “servicio”).

La adoración que es aceptable a Dios. Jehová Dios solo acepta la adoración de aquellos que se comportan en armonía con Su voluntad. (Mateo 15:9) «Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres». Jesús le dijo a una mujer samaritana: “La hora viene cuando ni en esta montaña [Guerizim] ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos [...]. No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren”. (Juan 4:21-24)

Con estas palabras, Jesús mostró claramente que la adoración verdadera no iba a depender de cosas visibles ni de lugares geográficos. En lugar de confiar en la vista o el tacto, el adorador verdadero ejerce fe, y su adoración a Dios no se ve afectada por el lugar donde esté o por lo que haya a su alrededor, de modo que no adora con la ayuda de algo que se pueda ver o tocar, sino con espíritu. Al ser poseedor de la verdad según Dios la ha revelado, su adoración armoniza con la verdad. Habiendo conocido a Dios por medio de la Biblia y habiendo experimentado la influencia del espíritu de Dios en su vida, la persona que adora con espíritu y con verdad verdaderamente ‘conoce lo que adora’.

Adoración - Diccionario Alfonso Lockward

Acto mediante el cual se expresa reverencia, respeto, honor, amor y obediencia a Dios. En el AT se utiliza la palabra shachah para indicar esa actitud, con la connotación de “postrarse”, “arrodillarse”, “inclinarse”. En el NT el término es proskusneo, que es reverenciar a una persona. Usualmente el adorante baja “la cabeza hacia el suelo” (1 Samuel 24:8-9). Para que exista a. es imprescindible una actitud del corazón que reconoce en el objeto de la a. el carácter de soberano señor y dueño, como en el Sal. 99, donde se comienza reconociendo la grandeza de Dios: “Jehová reina.... él está sentado sobre los querubines.... Jehová en Sion es grande y exaltado sobre todos los pueblos”, etcétera. Y luego se reclama la a.: “Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos ante su santo monte”.

Abraham, así como los otros patriarcas, construía altares a Dios, lugares especiales de a. (2 Samuel 12:19-20) o en público. Por extensión se designa como a. a los rituales que acompañan el acto en público. Después de Moisés, la a. pública giró alrededor del •tabernáculo, con ritos muy elaborados que surgieron tras la experiencia liberadora del éxodo, en los cuales una clase sacerdotal, la de •Aarón, dirigía el culto. Tras la construcción del •templo, siguió la tradición aarónica, con los cambios que surgieron por el hecho mismo de que se tenía entonces un lugar especial en el territorio, •Jerusalén. David diseñó muchos aspectos de la liturgia del •templo, y organizó el culto, especialmente con la participación de músicos.

ólo a Jehová se debe adorar (Hebreos 1:6) «Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios».

iglesia original de Jerusalén, teniendo el •templo, siguió por un tiempo reuniéndose en cierto rincón del mismo. Generalmente se acepta que la costumbre de la iglesia primitiva de reunirse el primer día de la semana (Apocalipsis 1:10) «Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta». En conmemoración de la resurrección de Cristo.

NT no da detalles sobre la forma en que se realizaba la a. pública. Sabemos, sin embargo, que en sus reuniones se celebraba el partimiento del pan (Filipenses 2:10-11). •Oración.

Adoración - Diccionario Mundo Hispano

(heb., shahah, inclinarse, postrarse; gr., proskyneo, postrarse, reverenciar). El honor, reverencia y homenaje dado a seres o poderes superiores, sean hombres, ángeles o Dios.

Cuando se rinde a Dios, la adoración implica un reconocimiento de las perfecciones divinas. Puede expresarse en forma de discurso directo, como en adoración, acción de gracias, o en servicio a Dios; puede ser privada o pública.

En tiempos patriarcales había la oración privada (Génesis 18), y el acto público de edificar un altar (1 Corintios 16:1-2), y algunas veces profetizar y hablar en lenguas.

Adoración - Diccionario de Jerusalén

culto.

Adoración - Douglas Tenney

(heb., shahah, inclinarse, postrarse; gr., proskyneo, postrarse, reverenciar). El honor, reverencia y homenaje dado a seres o poderes superiores, sean hombres, ángeles o Dios.

Cuando se rinde a Dios, la adoración implica un reconocimiento de las perfecciones divinas. Puede expresarse en forma de discurso directo, como en adoración, acción de gracias, o en servicio a Dios; puede ser privada o pública.

En tiempos patriarcales había la oración privada (Génesis 18) y el acto público de edificar un altar (Génesis 12:7) «Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido». Moisés estableció la base de la adoración pública de Israel y le dio su punto céntrico en el tabernáculo (p.ej. ., (1 Samuel 1:1) «Hubo un varón de Ramataim de Zofim, del monte de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo». El ritual del templo, que tuvo su origen en el tabernáculo, era conducido por los sacerdotes asistidos por los levitas. En las sinagogas, el énfasis era más en la instrucción que en la adoración. Los cristianos judíos, mientras les fue permitido, continuaron adorando en el templo y la sinagoga, aun cuando para ellos todo el sistema ceremonial y de sacrificios había terminado con la muerte y resurrección de Jesús. La adoración cristiana pública se desarrolló según el modelo de la sinagoga. Parece ser que desde el principio los creyentes se reunían en hogares para reuniones fraternales privadas; la ocasión era el día del Señor (Juan 20:19) «Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros», (Juan 20:26) «Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros». (Hechos 20:7) «El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche». (1 Corintios 16:2) «Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas». El culto público cristiano consistía en predicación (Hechos 20:7) «El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche», (1 Corintios 14:9) «Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire», lectura de las Escrituras (Colosenses 4:16) «Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros». (Santiago 1:22) «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos», oración (1 Corintios 14:14-16), canto (Efesios 5:19) «hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones». (Colosenses 3:16) «La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales», bautismos y la cena del Señor (Hechos 2:41) «Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas». (1 Corintios 11:18-34), ofrenda para beneficencia (1 Corintios 16:1-2), y algunas veces profetizar y hablar en lenguas.

Adoración - Diccionario Bíblico Certeza

El léxico relacionado con el culto de adoración es muy extenso en la Biblia, pero el concepto esencial es el de “servicio”. El hebreo y el griego latreia se referían ambos originalmente a la tarea de los esclavos o sirvientes asalariados.

En consecuencia, a fin de ofrecer este “culto” a Dios sus siervos deben postrarse—hebreo hisûtah‡waÆ o griego proskyneoµ—y así manifestar temor reverencial y una actitud de admiración y respetuosa adoración.

En el Antiguo Testamento hay ejemplos de adoración individual . Pero se pone el acento en la adoración en el seno de la congregación . En el culto del tabernáculo y del templo el ritual ocupaba un lugar prominente.

Aparte de los sacrificios matutinos y vespertinos diarios, la celebración de la pascua y la observancia del día de expiación constituían momentos culminantes en el calendario religioso judío.

Los actos rituales del derramamiento de sangre, de la presentación de incienso, del pronunciamiento de la bendición sacerdotal, etc., tendían a destacar lo ceremonial en detrimento de los aspectos espirituales del culto de adoración, y hasta tendían a introducir una sensación de tensión o conflicto entre las dos actitudes.

Pero no cabe duda de que en Israel serían muchos los que tendrían la posibilidad de tomar las palabras de alabanza pública (por ejemplo (Salmos 93:2) «Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente». y las oraciones (por ejemplo (Salmos 60:2) «Hiciste temblar la tierra, la has hendido; Sana sus roturas, porque titubea». y usarlas para expresar su amor y gratitud a Dios (Deuteronomio 11:13) «Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma». en el acto real de culto espiritual interior.

Este culto público sumamente complejo que se ofrecía en el tabernáculo y en el templo, distaba mucho del de los tiempos primitivos, cuando los patriarcas creían que el Señor podía ser adorado dondequiera que él mismo hubiese elegido revelarse.

Pero el que ese culto público en el templo constituía una realidad espiritual resulta claro por el hecho de que cuando fue destruido el santuario, y los exiliados se encontraban en Babilonia, el culto siguió siendo una necesidad, y para hacer frente a ella se “creó” el servicio de la sinagoga, que consistía en

(1) el Shema», (2) oraciones, (3) lectura de las Escrituras, y (4) exposición. Pero más tarde, en el segundo templo, los servicios diarios, el día de reposo, las fiestas y las abstinencias anuales, y las alabanzas del himnario (Libro de los Salmos) aseguraban que la adoración siguiese siendo un factor vital en la vida nacional judía.

En el Nuevo Testamento se encuentra nuevamente el culto del templo y de la sinagoga. Cristo participó de ambos, pero constantemente inculcó la idea de que la adoración debía representar el amor del corazón hacia un Padre celestial.

En su enseñanza el acercarse a Dios mediante el ritual y el sacerdocio no sólo no tiene importancia, sino que ya no es necesaria en absoluto. Por fin la “adoración” es la verdadera »‡b_oÆd_aÆ o latreia, un servicio ofrecido a Dios no sólo en función de culto en el templo sino de servicio a los demás .

Al comienzo, sin embargo, la iglesia no abandonó el culto en el templo; y probablemente los cristianos siguieron concurriendo a los servicios en la sinagoga también. Además, cuando se produjo finalmente la ruptura entre el judaísmo y la iglesia, el culto cristiano puede haber adoptado como modelo el servicio de la sinagoga.

El gran factor contribuyente en la ruptura con el día de reposo, el templo, el ritual, etc., judaicos, fue el encarnizado antagonismo de los judíos contra la iglesia. Pero por lo que hace al Nuevo Testamento nuestras nociones en cuanto al culto cristiano son muy vagas.

Indudablemente el día principal de adoración era el día del Señor (Hechos 20:7) «El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche». aunque se habla de servicios diarios al comienzo. No se hace mención en el Nuevo Testamento de servicios para conmemorar la resurrección del Señor y la llegada del Espíritu en Pentecostés. El culto se llevaba a cabo en las casas de los creyentes.

En tales circunstancias no hacían falta ministrantes oficiales. La simplicidad era la nota principal de estos servicios de adoración de las iglesias reunidas en las casas, y consistían en su mayor parte en *alabanza , *oración, lectura de las Escrituras, y exposición.

En la iglesia de Corinto vemos que se “habla en lenguas” . El ágape, seguido por la Cena del Señor , constituían también rasgos comunes del culto cristiano. Pero en todos los casos el acento recaía sobre el Espíritu, y sobre el amor y la devoción interior del corazón.

Bibliografía. °J.-J. von Allmen, Vocabulario bíblico, 1973; el mismo autor, El culto cristiano, 1968; J. este Giles, “Teología de la adoración”, Diálogo teológico, 1979; W. D. Maxwell, Culto cristiano, 1963; este Nelson, Que mi pueblo adore, 1986; A. P. Gibbs, Adoración, 1974; este Schweizer, D. Díez Macho, La iglesia primitiva— medio ambiente, organización y culto, 1974; H. Zimmerman, “Adoración”, J. B. Bauer, Diccionario de teología bíblica, trad. del alemán (título original Bibeltheologisches Wörterbuch, 1962) por Daniel Ruiz Bueno y revisado por Luis Arnaldich, 1967, 1967, cols. 16–23; R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 1985.

J. V. Bartlett en EREERE J. Hastings (eds.), Encyclopaedia of Religion and Ethics, 13 tomo(s), 1908–26; R. Martin-Achard en J.-J. von Allmen (eds.eds. edición, editor(es), editado), Vocabulary of the Bible, 1958, página(s) 471–474; R. Abba, Principles of Christian Worship, 1957; R. P. Martin, Worship in the Early Church2, 1974.

J.G.S.S.T.J.G.S.S.T. J. G. S. S. Thomson, B.A., M.A., B.D., Ph.D., Pastor, Wigtown, Escocia.

Adoración - Diccionario Pastoral

Es la reacción del hombre, pequeño y pecador, ante la cercanía y grandeza de Dios. En ella se entrelazan agradecimiento y homenaje (Génesis 24:48) «y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo». (Salmos 95:1-6), veneración y respeto (Salmos 5:8) «Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino». (Daniel 6:11) «Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios». (Apocalipsis 4:5-8).

Esta actitud interior se manifiesta en gestos exteriores tales como el sacrificio (Génesis 22:5-8). (1 Samuel 1:3) «Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová». (2 Reyes 17:36) «Mas a Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con grande poder y brazo extendido, a éste temeréis, y a éste adoraréis, y a éste haréis sacrificio». la postración (Salmos 96:9) «Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra». (Salmos 99:1-5), y el canto (2 Crónicas 29:28) «Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto».

Sólo el Señor debe y puede ser adorado (Éxodo 34:14-16). (Deuteronomio 4:19-20). Adorar a las criaturas, sean ángeles (Apocalipsis 19:10) «Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía».

Hombres de cualquier rango (Daniel 3:18) «Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado». u otros seres de la naturaleza (Éxodo 34:14-17). (Levítico 26:1) «No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios». Está severamente prohibido y puede constituir un grave pecado.

Pero Jesucristo, reconocido por la fe como verdadero Hijo de Dios, sí es objeto de adoración (Mateo 28:9) «he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron», (Mateo 28:17) «Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban». A su vez, Jesucristo enseña que la auténtica adoración ha de ser interior, «en espíritu y verdad»

Adoracion - Hispano-Americano de la Mision

(Del lat. adorare [ad, a, hacia; y orare, hablar, orar], a la oracion)Reverencia y honor ofrecidos a un ser considerado divino o a un poder espiritual (sobrenatural); acto mediante el cual se expresa esa reverencia o devoción.

Involucra oración, sacrificios, rituales, alabanza, danza y otras manifestaciones individuales y/o colectivas. Según Teilhard de Chardin (1881–1955), la a sig. la «entrega a algo que es más grande que uno mismo.» Reconocimiento de Dios en su santidad y majestad. Ofrecimiento de alabanza, acción de gracias y reconocimiento a Dios como parte central del servicio que los creyentes le rinden.

La a cristiana puede ser individual, pero su foco es colectivo y se da cuando la comunidad de fe se reúne para el cultoMúsica, oración, predicación, la lectura de la Biblia y la participación en la comunión (eucaristía) son aspectos claves de la a cristiana. (Ver liturgia, alabanza).

Adoración - Diccionario Bíblico Adventista

Adoración (heb. generalmente shâjâh, 'inclinación', 'adoración'; âtsab []; segid; gr. generalmente latréia, 'servicio' [religioso], 'culto'; latréuÇ, 'servir', especialmente en relación con las formas externas de adoración; proskunéin, 'postrarse', 'besar' [como adoración]; proskunéÇ, 'rendir obediencia [reverencia]', 'postrarse'). Actitud de humildad, reverencia, honor, devoción y adoración que señalan adecuadamente las relaciones entre los seres creados y su Creador, particularmente en su presencia. La Biblia enseña que tal adoración es debida sólo al único Dios verdadero (-5; 34:14; ; , 26). Los ángeles, aunque son seres celestiales, no deben ser objeto de adoración (). Un estricto monoteísmo ha de caracterizar el culto de quienes honran al verdadero Dios, el Creador del cielo y de la Tierra (, 5). Además, como Dios es 'espíritu' (, 24), se prohíbe al hombre adorarlo mediante representaciones materiales (, 15-19).

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