La palabra "abstruso, sa" se utiliza para calificar algo recóndito, de difícil comprensión o inteligencia. Se aplica a conceptos, ideas, textos, discursos o cualquier forma de expresión que resulte oscura, compleja y poco accesible para la mayoría de las personas.
El término proviene del latín abstrusus, participio pasado del verbo abstrudere, que significa "esconder", "ocultar". Abstrudere, a su vez, se compone del prefijo ab- (que indica separación o alejamiento) y el verbo trudere (empujar, introducir). Por lo tanto, etimológicamente, "abstruso" se refiere a algo que ha sido apartado, escondido o alejado del entendimiento común.
El adjetivo "abstruso" se emplea en diversos contextos, principalmente en el ámbito académico, filosófico y científico, para describir teorías, argumentos o razonamientos que requieren un esfuerzo intelectual considerable para ser comprendidos. También se utiliza en la crítica literaria y artística para referirse a obras con un alto grado de complejidad y hermetismo.
A continuación, se presentan algunos ejemplos que ilustran el uso de la palabra "abstruso":
El profesor explicó la teoría de la relatividad de una manera tan abstrusa que nadie la entendió.
La poesía de ese autor es tan abstrusa que resulta prácticamente indescifrable.
El tratado de metafísica presentaba argumentos tan abstrusos que solo unos pocos especialistas podían comprenderlos.
Algunos sinónimos de "abstruso" son: complejo, complicado, difícil, intrincado, oscuro, recóndito, enigmático, hermético. Por otro lado, algunos antónimos serían: claro, sencillo, fácil, accesible, comprensible, evidente.
En resumen, "abstruso" se refiere a aquello que es difícil de comprender debido a su complejidad y carácter recóndito. Su origen etimológico nos remite a la idea de algo que ha sido escondido o alejado del entendimiento común, y su uso se extiende a diversos ámbitos del conocimiento humano, desde la filosofía y la ciencia hasta el arte y la literatura.